viernes, 11 de marzo de 2011

Escena Eliminada de Principe Mecánico

El dia de hoy Cassandra publicó una escena eliminada de Principe Mecánico que no saldrá en el libro (tiene algunas partes que Cassandra omitió por ser spoilers), aqui les dejamos la traducción del extracto. 

Imagen por MortalArt


La oscuridad iba y venía en olas que iban disminuyendo de velocidad. Tessa se empezó a sentir más ligera, menos como si un gran peso la estuviera presionando hacia abajo. Se pregunto cuanto tiempo habría pasado. Era de noche en la enfermería, y podía ver a Will en unas camas más adelante, una figura enroscada bajo las sabanas, una obscura cabeza apoyada en su brazo. El Hermano Enoch le había dado una tisana una vez que el [spoiler] fue cortado de su piel, y él se había dormido casi instantaneamente, gracias a Dios. Verlo en tanto sufrimiento había sido más desgarrador de lo que ella había imaginado.
Ella estaba en un camisón blanco ahora; alguien debió haber cortado su ropa tiesa de sangre y lavado su cabello antes de vendarla- este descansaba sobre sus hombros, este ya no tenia las retorcidas colas de caballo ni la sangre seca.

"Tessa," dijo una voz en un susurro. "Tess?"
Solo Will me dice así. Ella abrió los ojos, pero era Jem el que estaba sentado al lado de su cama, viendola a ella. La luz de la luna derramandose a traves de los altos techos lo volvia casi transparente, un ángel etereo, todo plateado exceptuando la cadena dorada alrededor de su cuello.
El sonrió. "Estas despierta."
"He estado despierta aqui y alla." Ella tosió. "Suficiente con saber que estoy bien aparte del golpe en la cabeza. Mucho alboroto por nada --" La mirada de Tessa bajó, y ella pudo ver que Jem traia algo en las manos: una gruesa taza con un liquido que liberaba un vapor fragante. "Qué es eso?"
"Una de las tisanas del Hermano Enoch," dijo Jem. "Te ayudara a dormir."
"Todo lo que he hecho es dormir!"
"Y es muy entretenido verte," dijo Jem. "Sabias que mueves la nariz cuando duermes, como un conejo."
"No lo hago," dijo ella, con una risa como un susurro.
"Si lo haces," dijo el. "Afortunadamente, me gustan los conejos." El le acercó la taza. "Bebe solo un poco," dijo el. "Es bueno para ti que duermas, El Hermano Enoch dice que hay que pensar en las heridas y los golpes del alma como si fueran heridas y golpes del cuerpo. Debes descansar la parte lastimada para que puedas empezar a sanar."
Tessa estaba dudosa, pero tomó un sorbo de la tisana de todas formas, y luego otro. Tenía un sabor agradable, como a canela. Apenas había tragado el segundo sorbo fue que se sintió muy exhausta de repente. Jem tomo la taza y ella se recargó sobre las almohadas escuchando su suave voz contandole una historia sobre una hermosa mujer cuyo esposo había muerto construyendo la Gran Muralla China, y que había llorado tanto su perdida que se había convertido en un pez plateado que se había ido nadando por un rio. Mientras Tessa se perdía en sus sueños, sintió las manos de el tomando la taza de sus manos y sentandose una vez más junto a la cama. Ella quiso agradecerle, pero ya estaba dormida.

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